
COAG pide a Planas abrir un debate sobre el modelo de agricultura y ganadería socialmente necesarias
En el marco de negociación de la futura Ley de Agricultura Familiar, anunciada en la sesión de investidura por el presidente del Gobierno. La “uberización del campo español” está poniendo contra las cuerdas a los 350.000 agricultores/as más profesionalizados. El nuevo Gobierno debe posicionarse ante una cuestión crucial: “¿la producción, la tierra y el agua en manos de fondos de inversión especulativos o de pequeños y medianos agricultores y ganaderos profesionales que generan vida en nuestros pueblos, vertebran el medio rural de forma sostenible y garantizan la seguridad alimentaria?”. Precios rentables, aumento de costes, relevo generacional, transformación digital y cambio climático, entre los grandes retos que deberá afrontar el sector.
21 11 2023
Madrid, 21 de noviembre de 2023.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha
elaborado un documento con las 100 medidas necesarias para la nueva legislatura
2023-2027, que ya ha trasladado al ministro de Agricultura, Pesca y
Alimentación, Luis Planas. En el mismo se traslada la necesidad de proteger y
reforzar modelo social y profesional de agricultura. “La definición de un modelo de agricultura
y ganadería socialmente necesarias pretende proteger a las personas que mantienen las explotaciones más
vulnerables, imprescindibles para garantizar nuestra alimentación y soberanía
alimentaria en un contexto de crisis climática y energética. Protegerlas frente
a una agricultura y ganadería basada en modelos uberizados, insertas en largas
cadenas de comercio global, financiadas con grandes capitales y/o fondos de
inversión, que acaparan recursos naturales limitados o que, en muchas
ocasiones, a pesar de expulsar a las personas, se disfrazan de agricultura
familiar o sostenible”, ha subrayado Miguel Padilla, Secretario General de COAG.
La
producción agraria actual se está viendo alterada de forma radical por una
serie de motores ajenos y propios que pueden desembocar en la desaparición del
modelo social y profesional de agricultura. La presión a la baja de los precios
agrarios, la desregulación del mercado, las importaciones de choque, la subida
de los costes de producción nos coloca en una situación de desventaja y debilidad
frente a las grandes extensiones e inversiones especulativas que campan a sus
anchas en un mercado desregulado óptimo para la especulación. “Esto agrava
el relevo generacional, el abandono del sector y la despoblación del medio
rural”, ha afirmado Padilla al tiempo que ha avanzado que el
nuevo gobierno deberá posicionarse ante una cuestión crucial: “¿la
producción, la tierra y el agua en manos de fondos de inversión especulativos o
de pequeños y medianos agricultores y ganaderos profesionales que generan vida
en nuestros pueblos y vertebran el medio rural de forma sostenible?”.
Esta legislatura y la
Ley de Agricultura Familiar deben poner las bases y medidas para frenar la reconversión
y provocar una gran incorporación de jóvenes a la agricultura. Para ello es
imprescindible limitar la entrada de esos fondos de inversión y la especulación
con la producción, la tierra y el agua.
Cuatro líneas de actuación estratégicas
que sintetizan la base de las 100 medidas
En los próximos años, el modelo social y
profesional de agricultura se enfrentará a nuevos desafíos y exigencias
adicionales. La agricultura deberá garantizar en primer lugar el derecho a una alimentación sana para
todas las personas, , mayores costes y mercados más volátiles, es decir, la seguridad alimentaria; en segundo
lugar, esto deberá hacerlo de forma sostenible, preservando el medio ambiente,
la biodiversidad, el agua, el suelo, el aire y contribuyendo a la mitigación
del cambio climático (a la vez que se adapta a sus adversos efectos en la
producción); en tercer lugar deberá ser más eficiente en el uso de los
recursos, para lo que necesitará recurrir a la innovación y especialmente, en el caso de la energía, a fuentes
renovables; y en cuarto lugar, hacer nuestra la ley de la cadena, denunciando
su incumplimiento, extendiéndola a todas las producciones, haciendo valer que
los precios cubran los costes de producción y la amplitud de las normas de la
ley.
Ante estos retos ambiciosos resulta
lamentable un recorte de los fondos
agrarios de la PAC que supone una pérdida del 12% del poder adquisitivo
aprobado en el último marco financiero de la UE, en un escenario de nuevas
exigencias dentro del Paquete Verde, que supondrá mayores costes para
agricultores y ganaderos.
En este contexto COAG
demanda y reivindica:
1.
Unos precios justos y
unas rentas dignas para los hombres y mujeres del campo. En caso contrario no
hay sostenibilidad. Para ello se debe aplicar en toda su dimensión la ley de la
cadena, abordarse el reequilibrio de la
cadena de valor y la competencia con terceros países, no únicamente el
mejor reparto de las ayudas. Igualmente, será fundamental contar con mecanismos
de gestión y regulación de mercado
que afronten las situaciones de crisis, bien dotados y financiados al margen de
las ayudas directas. Asimismo, habría
que recuperar el principio de preferencia
comunitaria frente a las importaciones sin control que no cumplen las
normas comunitarias.
Tenemos que exigir
que todos los productos que entren de terceros países se equiparen a los
estándares de producción de la UE, tanto a normativas de bienestar animal,
regulaciones de fitosanitarios, normativas medioambientales (nitrógenos
ganadería) obligaciones laborales, etc.
A) Si utilizan sistemas de producción prohibidos
en la UE, rechazar la entrada y puesta a disposición de los consumidores dentro
de la UE.
B) Si lo que incumplen son normativas laborales,
fiscales, etc. con respecto a nuestras regulaciones (no las de sus países de
origen), hacerles pagar tasas arancelarias cuyos importes se destinarían a un
fondo anti-crisis de gestión estatal para cada sector afectado.
2.
Disponer de un
período de adaptación
para asumir los importantes cambios que se producirán, con un apoyo importante
tanto en ayudas como en inversiones, formación y asesoramiento. Los
agricultores y ganaderos serán protagonistas de la lucha contra el cambio climático y liderarán el compromiso por un
modelo agroalimentario sostenible, pero es imprescindible que la UE revise
todos los tratados de libre comercio
con terceros países, estableciendo el principio de preferencia comunitaria y soberanía alimentaria y condicionando
las importaciones a los estándares que ya cumplen los productores europeos.
3.
Un
abanico de actuaciones en lo que concierne a los costes de producción, cuya
tendencia al alza ha reducido la rentabilidad del sector los últimos lustros.
En este aspecto es imprescindible la creación de un observatorio de los costes,
apoyar inversiones para reducir la
dependencia energética de las explotaciones agrarias y favorecer el uso de
energías renovables y también para
avanzar en la transformación digital
de las explotaciones agrarias. La transformación digital es un gran reto para
el sector agrario, con grandes oportunidades, pero también riesgos y amenazas
para nuestro modelo de agricultura y alimentación, que en última instancia
puede provocar una fuerte reconversión.
4.
Incorporar
a un mínimo de 10.000 nuevos agricultores y agricultoras cada año, facilitando todos
los instrumentos necesarios para ello, sobre todo el acceso a la tierra,
principal dificultad para la instalación.
Descarga documento de
propuestas agrarias para la legislatura 2023-2027:
https://www.coag.org/download-doc/446515